Hans Dülfer |
Encontré a este alemán a través de la técnica que dejó para la posteridad: el descenso Dülfer, que consiste en descender por una cuerda sin ninguna otra ayuda que tu propio cuerpo.
Aunque es algo incómoda por los roces que produce la cuerda y actualmente existen variaciones menos dolorosas, me ha parecido curioso hablar del hombre cuyo nombre llevó el primer método de fortuna de este tipo, que te permite el descenso sin llevar ni siquiera un arnés en tu cintura.
Técnica Dülfer para descender con la cuerda |
Hans Dülfer fue un pionero de las técnicas de aseguramiento. No sólo con la cuerda, sino con los distintos elementos para hacer una ascensión más segura, es decir, con el uso de clavos y pitones como método de protección. Además, desarrolló la técnica de oposición conocida como la bavaresa; así como trató de introducir la escala de graduación en la escalada.
Curiosamente, si hoy en día parece haber una disputa entre los escaladores de deportiva y los escaladores de clásica por el equipamiento de las distintas zonas de escalada, ésto no es más sino lo que parece un ciclo que se repite.
A principios del siglo pasado hubo exactamente la misma polémica, en la que nuestro personaje anduvo metido. Por una parte, él, usando todo el material que disponía para asegurarse una vez iba ascendiendo, y por la otra, Paul Preuß (1886-1913), un escalador austríaco que defendía la idea de la ética del alpinismo puro. De hecho, realizó un ensayo donde definía seis principios de ese alpinismo puro.
Paul Preuß |
La ayuda con material externo sólo era aceptable en caso extremo de peligro. Preuß abogaba incluso por descender escalando, nada de rapelar desde pitones o artefactos similares.
Bien es cierto que Dülfer no quiso entrar en la polémica, siendo Tita Piaz (1879-1948) y Franz Nieberl (1875-1968) los mayores defensores del uso de material para asegurarse en la pared.
Tita Piaz (izquierda) y Franz Nieberl (derecha) |
Dülfer no conoció la montaña hasta 1907 en Allgäu, y por fin en 1910 fue a ella junto a su padre para hacer un tour por la Silvreta, en los Alpes. Un año más tarde se trasladarían a Munich. Allí empezaría a estudiar sin éxito medicina, para luego pasarse a derecho e intentarlo finalmente con la filosofía.
Tal vez no acabase ninguna carrera, pero aprovechó su estancia en la facultad para entrar en el equipo alpino, donde encontró compañeros y amigos con los que escalar, como Werner Schaarschmid (fallecido en 1943) y Wilhelm vom Redwitz (1888-1949).
Wilhelm "Willi" vom Redwitz (izquierda) y Hans Dülfer (derecha) |
Pudiendo haber sido un gran artista, ya que tocaba el piano de maravilla, dedicó su vida a la consecución de múltiples cimas en los Alpes. Durante cuatro años, abrió más de 50 rutas, sobre todo en Kaisergebirge, en los Alpes orientales, y en Rosengarten, zona perteneciente a las Dolomitas.
Hans Dülfer y su pareja, Hanne Franz, en el Rosengarten |
De las más remarcables, se puede mencionar la "Dülfer-Kamin" en una de sus montañas preferidas, Totenkirchl (2190 m), en 1911, y ya en mayo de 1912, conseguiría ascender la cara este del Fleischbank (2186 m).
En ese mismo año, se marcaría un tour de ocho semanas por las Dolomitas para alcanzar hasta 64 cimas, siendo 10 de ellas nuevas aperturas.
Al año siguiente, y en solitario, volvería al Fleischbank para crear la "Dülferriss", de la que Emilio Comici (1901-1940) diría 20 años más tarde que es el primer ascenso en solitario más impresionate de todos.
Vía Dülferriss en el Fleischbank |
En 1914, ascendería en solitario la cara sur del Keselkogel (3002 m), el 18 de julio. Diez días después, empezaría la I Guerra Mundial, y antes de alistarse voluntario y ser enviado a luchar al frente oeste, subiría su última montaña, la Cisleser Odla (2780 m) por su cara sur.
En una trinchera en Arras, Marruecos, escribiría: "Pasado mañana, el 15 de julio, es el aniversario de la ascensión de la cara este del Fleischbank. Para celebrarlo, fumo en la pipa que se me cayó de la mochila a la mitad de la pared".
Hans Dülfer |
Ese día 15 estuvo bajo fuego de artillería hasta que la metralla de una granada alcanzó su cuello, provocándole la muerte al instante.
Sus compañeros enterraron su cuerpo en el cementerio para soldados en Bailleul, cerca de Arras.
Parece ser que su padre buscó y halló la muerte poco después de perder a su único hijo en el Lattengebirge (1738 m).
Excelente historio del inventor del descenso solo usando su cuerpo.
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